En los años cincuenta del siglo XX y obtenidas las autorizaciones administrativas oportunas, los hermanos José y Antonio García Castilla promovieron la explotación de áridos del río Genil, mediante barcas de remos; una actividad que mantuvieron hasta el año 1972.
Hago un alto en mi peregrinar periodístico, por mientras sigo clasificando documentos y noticias relacionadas con nuestra Écija, para retomar las biografías de ecijanos que llevaron el nombre de nuestra ciudad en su nacimiento y que destacaron por los hechos que fueron capaces de llevar a cabo. En este caso, sorprende, que un ecijano tuviese conocimientos de minería, por la falta de ellas en nuestro suelo patrio, pero así fue y quedó constancia de sus conocimientos en tierras americanas. Igual amigo mío, usted ya lo conocía, pero como habrá otros que no, por ello lo aporto y me estoy refiriendo a:
Sin duda, la festividad de más prestigio y más abolengo de la diócesis de Sevilla es la del Corpus. El origen de ésta arranca de una bula del Papa Urbano IV, para conmemorar el milagro de Bolsena que demostraba la presencia real de Jesucristo en la Sagrada Forma. La festividad creció en importancia hasta hacerse de observación general, ya con Juan XXII en 1316.
Este capítulo, ya vamos por el treinta, lo voy a iniciar con una noticia que si en la fecha que nos ocupa, fue merecedora de ocupar las páginas periodísticas, por estas fechas también lo sería, pues no es fácil llegar a la edad de la vecina de Écija a la que se contrae la noticia, publicada en Hoja del Lunes del lunes 1 de Noviembre de 1954y dice así:
El desaparecido edificio de telégrafos, se encontraba en la calle Garcilaso esquina a Más y Prat. El inmueble, de propiedad particular, fue arrendado por el Ayuntamiento de Écija para dicho fin hasta que su propietaria, Guadalupe Custodio Fernández-Pintado, interpuso demanda para rescindir el contrato que les vinculaba.
La iglesia católica ha reconocido multitud de milagros a lo largo de su historia. Cada uno podrá tener libertad de pensamiento al respecto, pero como la misión que me he encomendado, es proporcionar las numerosas noticias que, sobre Écija, he ido encontrando a lo largo de mi investigación en las hemerotecas, comienzo este capítulo con un artículo que aparece publicado en La Cruz, diario católico, del martes 7 de Agosto de 1934 y que, textualmente, dice así:
El día 1 de octubre de 1961 quedó la ciudad de Écija incluida en el campo receptor de Televisión Española. Fue éste, indudablemente, un gran acontecimiento para los ciudadanos. En los comercios de venta de televisores, que no eran muchos, se pudieron contemplar las primeras imágenes emitidas por televisión con el público agolpado ante los escaparates. Las imágenes que se vieron, en blanco y negro, fueron los actos celebrados en Burgos, con motivo del XXV aniversario del nombramiento del Jefe del Estado, según informaba la revista local "ÉCIJA".
Las dos fotografías que ilustran estas páginas no corresponden a los años sesenta, pero sí al legado que dejaron los hombres que posan en ellas. Nos referimos a Radio Santa Cruz, emisora parroquial dirigida y fundada por el sacerdote José Barriga Coronel.
El agua, líquido elemento vital para la supervivencia de todas las formas conocidas de vida y que tan necesaria es su racionalización y hacer buen uso de la misma, fue un grave problema siempre en nuestra ciudad, hasta que, a mediados de los años 1960 y bajo el mandato del alcalde D. Joaquín de Soto Ceballos (al que por ello, se le bautizó popularmente como el Carlos III de Écija), consiguió la creación de una red de agua potable que garantizó nos llegase a través de los grifos (los pocos, que poco a poco, valga la redundancia, pudieron realizar las conexiones hasta sus casas), así como a diversas fuentes públicas existentes (las mujeres con los cántaros al cuadril);
El mes de mayo es el mes de las flores y el mes de María. Ha prevalecido ya en todo el orbe católico la santa y laudable costumbre de consagrarlo todo entero a su culto. Consiste en ofrecer a María flores de esta bella estación de primavera.