Algunos de los monumentos arquitectónicos más emblemáticos de la ciudad de Écija, como la torre de la Victoria o los palacios de Peñaflor y Benamejí, se iluminaron la pasada noche del viernes, 23 de febrero, de un color cian-rosa con motivo del Día de la sensibilización por el Síndrome de Noonan.
El síndrome de Noonan es una afección genética que detiene el desarrollo normal en varias partes del cuerpo, que puede afectar a la persona de varias formas, por ejemplo, rasgos faciales inusuales, baja estatura, problemas cardíacos y otros problemas físicos.
Donde cada año se describen nuevos genes causantes y activadores de este trastorno, que es muy variable, tanto en afectación como en gravedad; la cual aparece casi con la misma frecuencia que el síndrome de Down, 1 de cada 1.000 a 2.500 nacidos vivos, convirtiéndose en la segunda enfermedad genética más habitual.