Empiezo con el parte médico amigo, hoy ya estamos a 21 de Octubre y eso qué significa. Pues para mí, nada más y nada menos, que me quedan tres sesiones de radio, terminando el jueves próximo (y eso porque el martes 24 San Rafael es fiesta en Córdoba; que por cierto aprovecho a todos mis amigos que se llamen como dicho arcángel para felicitarlo).
Como decía, respecto a mi evolución, solo me quedan tres sesiones de tratamiento y, toco madera, sigo bien y dicho bienestar es también culpa de todos los que alzáis oraciones por mí y me honráis con vuestra amistad y cariño, por lo que cada vez más agradecido estoy.
Este mismo parte médico lo he insertado al final, pues como el capítulo es largo por si acaso no lo leéis de un tirón y como dicen los partes médicos taurinos: El próximo parte será… en el próximo artículo. Ahora vamos a lo que vamos, a destacar la gran importancia de muchos ecijanos en siglos pasados.
Desde hace pocos días, concretamente el 15 de Octubre de 2017, festividad de Santa Teresa de Jesús, España celebra el año jubilar teresiano, en la iglesia del Monasterio de la Anunciación de Nuestra Señora de las Madres Carmelitas de Alba de Tormes, donde se encuentra
el sepulcro de la Santa y Patrona de la Diócesis de Salamanca. Un año de gracia, concedido por el Papa Francisco, que se prolongará hasta el 15 de octubre de 2018.
Pues en relación con ello, he querido aportar en este artículo, la figura del jesuita ecijano al que se contrae, por su especial relevancia dentro de la orden y su categoría, que ustedes, para sentirnos orgulloso de su paisanaje, comprobarán cuando procedan a su lectura.
Diego de Santander, nació en Écija, aproximadamente en 1530. Ingresó en la Compañía de Jesús el año de 1554, en el colegio de Córdoba, donde cambia su nombre de pila por el de Luis, figurando a partir de entonces como LUIS DE SANTANDER. Fue discípulo de San Juan de Ávila y contemporáneo de San Francisco de Borja y Santa Teresa de Jesús, tratando la santa con él, las cosas de su espíritu cuando llega a la ciudad de Segovia el ecijano, siendo director espiritual de la misma. Fue fundador de la casa de los jesuitas en Segovia el mes de Febrero del año de 1559, de la que fue su primer rector. Ayudó a Santa Teresa de Jesús en la fundación del convento. Fue un predicador de grande elocuencia, arrastrando a las multitudes, que llegaban a solicitar sus sermones. Igualmente fue rector de los Colegios de Salamanca y Valencia.
