El Simpecado de la Hermandad del Rocío de Écija regreso en la jornada de ayer a la ciudad astigitana tras su peregrinación anual a la aldea almonteña, donde se presento junto a las demás filiales ante la Blanca Paloma (Virgen del Rocío).
El camino número cuarenta de la hermandad ecijana pasara a su historia por ser uno de los más complicados en realizarse de los últimos años, ya que la mayor parte del recorrido se hacia con la presencia de una lluvia constante que dejaba los caminos intransitable por el barro, lo que provoco varios cambios en su recorrido y en las zonas de descanso hasta llegar a la aldea del Rocío.
Una situación que también se ha dado en la vuelta ante el mal estado del camino, ya que la Hermandad de Écija junto a la de Osuna se volvía en la jornada del lunes hasta la localidad sevillana de Villamanrique de la Condesa, donde pasaron la noche.
Para continuar con su regreso en el día de ayer, cuando sobre las veintiuna horas, que se producía la llegada desde la pedanía de Villanueva del Rey, para proseguir por la Plaza de Matadero, San Juan Bosco, Puerta Cerrada, Carrera, Colón, Calzada y Santa Cruz en donde entraba de nuevo en su templo.