Las aguas del río Genil que van desde la antigua central hidroeléctrica de Batán hasta el embarcadero del parque San Pablo en la ciudad de las torres, acogió en la jornada de ayer la celebración de la décima quinta edición de la gran fiesta deportiva y ocio del descenso en piragua, Batán-Écija.
Un descenso anual en piragua Batán-Écija, que tiene un trayecto de doce kilómetros, en los que se dieron cita más de 250 personas entre participantes llegados de distintos puntos de la geografía nacional e internacional, así como miembros y colaboradores de la organización que una edición más estuvo a cargo del Club Piragüismo Écija.
En la que los asistentes disfrutaban de una jornada en la naturaleza a través de un paisaje extraordinario que ofrece este recorrido fluvial por las aguas del río Genil hasta llegar al embarcadero del parque San Pablo, en donde se recuperaban las fuerzas con el tradicional almuerzo de convivencia.